Los activos digitales están un paso más cerca de la claridad regulatoria.

Estados Unidos está al borde de una nueva frontera tecnológica, impulsada por blockchain y activos digitales. Estos activos no solo representan la siguiente fase de internet, sino que sientan las bases para un futuro financiero más seguro, descentralizado e inclusivo. Desde reinventar los pagos globales hasta proteger la privacidad de los datos, el potencial de los sistemas basados en blockchain es infinito.

A pesar de la promesa de esta tecnología, Estados Unidos aún carece de un marco regulatorio federal claro y completo para los activos digitales. Esta ausencia ha generado incertidumbre tanto para innovadores, consumidores como para inversores.

Los emprendedores que operan en el espacio de activos digitales enfrentan reglas ambiguas y límites jurisdiccionales poco claros entre la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC). Los inversores carecen de la transparencia y protección que merecen. Bajo la Administración Biden, la SEC optó por regular a través de la aplicación de la ley en lugar de mediante asesorías claras o colaboración. Este enfoque ha provocado demandas, confusión y la externalización de prometedoras compañías estadounidenses en búsqueda de certeza regulatoria en el extranjero.

Durante años, el Congreso ha trabajado bajo liderazgos tanto republicanos como demócratas para cerrar esta brecha y crear un marco regulatorio moderno y a la medida. Ese trabajo alcanzó un hito en mayo de 2024 cuando la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la Ley de Innovación Financiera y Tecnología para el Siglo XXI (FIT21) con apoyo bipartidista, ya que 71 demócratas votaron a favor del proyecto. FIT21 estableció la base para cómo deben tratarse los activos digitales bajo la ley estadounidense, clarificó los roles de la CFTC y la SEC, y proporcionó vías para el registro, divulgación y cumplimiento.

En este Congreso, estamos construyendo sobre ese impulso y continuamos impulsando políticas inteligentes y hechas a medida que fomenten la innovación mientras protegen a los consumidores.

En abril, el Comité de Servicios Financieros de la Cámara aprobó la Ley STABLE bipartidista, que establecería un conjunto claro y completo de normas para la emisión y regulación de stablecoins de pago, con el potencial de modernizar la forma en que realizamos transacciones al hacer los pagos más rápidos, baratos e inclusivos.

Ayer, dimos otro paso importante. El Comité de Servicios Financieros y el Comité de Agricultura de la Cámara aprobaron la Ley CLARITY, un proyecto bipartidista histórico que fue cuidadosamente elaborado entre nuestros comités. La Ley CLARITY establece un marco funcional para la clasificación de activos digitales, proporciona a creadores y empresas obligaciones regulatorias claras, y garantiza una protección robusta a los consumidores contra fraudes y actores malintencionados.

Las Leyes STABLE y CLARITY forman el marco regulatorio de activos digitales más completo que el Congreso haya avanzado. En conjunto, estos proyectos garantizarán que Estados Unidos establezca el estándar global para el futuro de los activos digitales.

Estamos comprometidos a trabajar con nuestros colegas en ambas cámaras para promulgar una legislación integral sobre activos digitales. El resto del mundo no espera para liderar la innovación en blockchain. Si no actuamos, arriesgamos perder liderazgo en una de las tecnologías más transformadoras de la historia moderna.

El Congreso tiene la oportunidad y responsabilidad de establecer un marco regulatorio que desbloquee la próxima era de la innovación estadounidense. Es hora de que Estados Unidos lidere en la nueva frontera digital.