USD.AI conecta DeFi y la IA al convertir stablecoins en préstamos para GPUs de Nvidia

Las finanzas descentralizadas (DeFi) están inundadas de stablecoins que generan rendimientos del Tesoro, mientras que los actores más pequeños en la industria de la inteligencia artificial (IA) luchan por recaudar capital para expandir los centros de datos con nuevas GPUs.

Un nuevo protocolo de stablecoin llamado USD.AI quiere cerrar esa brecha al convertir la liquidez ociosa de las criptomonedas en préstamos para las máquinas que entrenan y operan la inteligencia artificial.

El protocolo, que ahora cuenta con aproximadamente 345 millones de dólares en circulación, según un panel de Dune, respalda su dólar sintético con crédito a corto plazo vinculado a GPUs de NVIDIA alojadas en centros de datos alquilados a desarrolladores de IA.

Esas GPU generan ingresos vendiendo tiempo de cómputo para el entrenamiento de modelos e inferencias, con el flujo de efectivo destinado al servicio de la deuda que las financia. Los prestamistas obtienen rendimiento de esos pagos en lugar de emitir tokens, mientras que los prestatarios acceden a financiamiento especializado que excedería el apetito de riesgo de la mayoría de los prestamistas minoristas.

La estructura de USD.AI se basa en tres mecanismos interconectados diseñados para hacer que el crédito del mundo real funcione en la cadena de bloques.

El primero, CALIBER, es el puente legal y técnico entre una GPU física y su representación en la cadena. Cada GPU financiada a través del protocolo se almacena en un centro de datos asegurado y se documenta bajo la legislación comercial de EE. UU., para luego ser tokenizada como un token no fungible (NFT) que representa un reclamo legalmente exigible sobre ese hardware.

Los préstamos se emiten contra estos recibos tokenizados, lo que permite que el capital recaudado en cadena financie equipos fuera de la cadena con garantía real respaldándolos. La siguiente capa, el Curador FiLo, se encarga de la suscripción.

Los curadores originan y gestionan préstamos de GPU mientras aportan su propio capital de primera pérdida, lo que significa que asumen cualquier incumplimiento inicial antes de que los prestamistas se vean afectados. Esta estructura descentraliza la originación del crédito pero mantiene alineados los incentivos: los curadores obtienen ganancias solo cuando sus prestatarios cumplen.

El componente final, QEV, que significa valor extraíble en cola, gestiona la liquidez. En lugar de ofrecer retiros instantáneos, el sistema pone en cola las solicitudes de redención, convirtiendo el tiempo en un mercado.

Los usuarios que esperan son retribuidos gradualmente con los pagos mensuales de los prestatarios, mientras que aquellos que necesitan salir más rápido pueden pagar una prima para adelantarse en la fila. Esa prima compensa a los prestamistas pacientes y preserva la solvencia del libro de préstamos.

El rendimiento actual para sUSDai apostado oscila entre el 13 % y el 17 %, respaldado por los pagos de los operadores de GPU en lugar de emisiones o ciclos de apalancamiento.

Los patrocinadores de USD.AI lo describen como un prototipo para un modelo más amplio de “InfraFi”, financiamiento descentralizado de infraestructura, que podría en el futuro extenderse a proyectos de energía renovable o redes de computación descentralizadas.

Por ahora, su éxito depende de una cuestión más inmediata: si la economía del arrendamiento de GPU – un indicador de la demanda de IA – puede mantenerse lo suficientemente fuerte para que esos pagos continúen fluyendo.

Si lo logran, USD.AI podría convertirse en el primer puente a gran escala de DeFi entre el capital en cadena y la maquinaria del mundo real que impulsa la inteligencia artificial.