Los Tiempos Oscuros Han Llegado. ¿Dónde Está Bitcoin?

Bitcoin surgió en la oscuridad de la crisis financiera mundial de 2008. El white paper de Bitcoin representó un avance genuino en el pensamiento sobre la coordinación de sistemas complejos en un entorno descentralizado. Aunque no todas las ideas en él eran nuevas, la combinación de Bitcoin fue revolucionaria en su alcance y potencial de fiabilidad.

El white paper de Bitcoin fue también otra cosa: una declaración política sobre la inherentemente poca confianza en los bancos centrales, los reguladores bancarios y los gobiernos en general. Satoshi Nakamoto expresó una fuerte desconfianza hacia los bancos centrales en correos electrónicos iniciales que introducían Bitcoin, y el Bloque Génesis en sí contiene una copia de un titular del London Times de 2009, que anunciaba que el Canciller de Hacienda británico estaba considerando un segundo rescate bancario.

Bitcoin se supone que es una alternativa a los gobiernos corruptos y corruptibles, un baluarte contra los estados totalitarios que elimina su poder para devaluar la moneda y confiscar activos de la población. Proof-of-Work, su mecanismo de consenso, está diseñado para impedir que actores malintencionados corrompan el camino general de la red y la autogestión significa que ninguna autoridad central puede expropiar tus activos. Fue diseñado no solo como un sistema monetario, sino como una fuente de fortaleza e independencia en tiempos oscuros.

Pero, ahora los tiempos oscuros están aquí, y Bitcoin está perdiendo su momento. El dólar estadounidense es el principal activo refugio mundial, y está bajo ataque. Los enormes déficits (6.7% del PIB) y una alta proporción de deuda (121%), junto con un gobierno profundamente disfuncional, deberían señalar muchas buenas razones para que bitcoin se dispare. Mayormente está manteniendo su posición (valorado en $104,500 al momento de publicar esto).

Puedo pensar en varias razones. Primero, Bitcoin simplemente no tiene el historial ni la capacidad de resistencia que otros activos refugio poseen. No es que la gente no esté buscando refugios alternativos; sí lo están. El dólar se está depreciando frente a monedas extranjeras y el oro, el activo refugio más antiguo de todos, está alcanzando nuevos máximos. Los temores sobre la posición regulatoria de bitcoin han disminuido, pero el acceso sigue siendo limitado para muchos inversores.

A pesar de su historia reciente como un activo de riesgo, en teoría, bitcoin podría ser el mejor activo del mundo para reducir el riesgo de una cartera. Su emisión es fija y el sistema de Proof of Work, aunque ya no sea de última generación, sigue estando extremadamente probado. Nunca habrá más de 21 millones de bitcoin y, sin importar cuán alto suba el precio, no es posible crear más. A diferencia del oro y otros metales preciosos, cuando los precios aumentan, opciones de minería cada vez más complejas se vuelven factibles, y se extrae más oro.

Entonces, ¿está acabado el juego para bitcoin? Creo que no. Aunque sería agradable que bitcoin estuviera en pleno auge, este momento simplemente puede haber llegado demasiado pronto para que bitcoin sea el refugio preferido. No teman; este ciertamente no será el último crisis económica y política del mundo. Entre ahora y la próxima, bitcoin tiene trabajo por hacer.

Bitcoin tiene una tarea antes de que llegue la próxima convulsión: demostrar que aún puede evolucionar.

Eso significa solucionar las tres dudas que ahora bloquean el capital general. Primero, hacer que la autogestión sea a prueba de errores—hardware, recuperación y seguro. Los inversores serios no quieren buscar en la basura para encontrar sus discos duros perdidos. Los recuerdos de crisis pasadas, incluidos los límites en los seguros y los “bail-ins” para inversores adinerados, recuerdan que si “no son tus claves, no son tus monedas.”

Segundo, implementar un esquema de firma resistente a la computación cuántica antes de que las computadoras cuánticas hagan obsoletas las claves privadas. El futuro de la computación cuántica es incierto, pero personas inteligentes están haciendo progresos poco a poco en este campo. El riesgo para la seguridad de la red es real, aunque el calendario sea incierto. La reciente aprobación de los esquemas de firma post-cuánticos de NIST sugiere que esta realidad se está acercando.

Tercero, revertir la tendencia de consolidación minera con incentivos que mantengan distribuido el poder hash. Ethereum ha hecho un gran trabajo trabajando en la resiliencia, distribuyendo la actividad de staking y construyendo múltiples modelos de clientes. Bitcoin está muy rezagado en este aspecto.

Sabemos que los giros drásticos son posibles. Hace cinco años, las tarifas de Ethereum estaban estrangulando el crecimiento; una fusión y un auge de roll-ups después, se ve ágil y más descentralizado que nunca. Bitcoin no necesita imitar a Ethereum, pero debe tomar prestada su urgencia. Si la comunidad puede marcar esas tres casillas, el próximo vuelo hacia la seguridad finalmente podría aterrizar en bitcoin.