Un Nuevo Proyecto Cripto Prometió Transformar las Stablecoins. Luego Su Token Se Desplomó un 90%

Cuando Plasma, una Capa 1 para stablecoins, lanzó su red principal a finales de septiembre, llegó en una ola de entusiasmo alcista. Su venta de tokens había atrajo una impresionante suma de $500 millones — diez veces la asignación original — y el proyecto posicionó a XPL, su token nativo, como el último participante en la categoría favorita de las criptomonedas para 2025: infraestructura de stablecoins.

La presentación contenía todos los términos de moda habituales asociados con las nuevas cadenas de bloques: alto rendimiento, pagos instantáneos, escalabilidad sin interrupciones. Se promocionaron asociaciones con grandes nombres en el mundo cripto, incluyendo firma de análisis de blockchain Elliptic, y las integraciones con plataformas como Binance Earn y Chainlink Scale. Sobre el papel, contaba con todo lo necesario para revolucionar el sector de las stablecoins. En cambio, Plasma entregó lo que podría pasar a la historia como uno de los mayores fracasos de debut de tokens del ciclo.

Según CoinMarketCap, XPL alcanzó un máximo temprano de aproximadamente $1.67 el 27 de septiembre, tres días después de su lanzamiento, otorgando a Plasma una capitalización de mercado superior a los $2 mil millones. Pero para finales de octubre, CoinDesk reportó que el token se había desplomado más del 80%, cayendo aproximadamente a $0.31. En las semanas siguientes, la caída continuó: XPL tocó el rango de $0.18–$0.20, donde cotiza hoy, una disminución del 88–90% desde su pico inicial.

Ahora, con el token estabilizándose, pero lejos de recuperarse, la pregunta que enfrentan los inversionistas es clara: ¿Ha tocado fondo finalmente XPL, o lo peor aún está por venir?

Un lanzamiento impulsado por el bombo se encuentra con un mercado implacable

Parte de lo que hizo que el aumento inicial de XPL fuera tan dramático fue el alcance de la narrativa en torno a Plasma. El equipo con sede en Milán, Italia, había dedicado menos de un año a construir la cadena desde la ideación hasta la producción, una velocidad que la propia empresa reconoció que requería compensaciones en mantenibilidad y escalabilidad.

De todos modos, la propuesta aún resonó: una cadena diseñada expresamente para la liquidación de stablecoins, transferencias de USDT sin comisiones y una pila de pagos que ofrecería a los usuarios una experiencia de tarjeta autocustodiada y similar a la bancaria.

Esa visión impulsó la actividad dentro de la venta pública, que estuvo ampliamente sobresuscrita, y la posterior acción especulativa del precio en los intercambios, aunque todo fue de corta duración.

El mercado criptográfico siempre ha sido volátil; se sabe que los operadores saltan entre sectores para maximizar sus ganancias, y esa falta de lealtad, junto con la ausencia de cualquier catalizador onchain, condujo a la prolongada caída de XPL.

Al momento de redactar, Plasma está registrando apenas 3,6 transacciones por segundo (TPS) durante los últimos 10 minutos. Cabe destacar que esta métrica solo puede alcanzar su máximo potencial cuando multitudes de personas realmente utilizan la blockchain, pero aun así — está lejos del potencial de 1,000 TPS que alguna vez se promocionó.

Al mismo tiempo, la tokenómica de XPL dejó espacio para la preocupación, como señalaron algunos usuarios de las redes sociales. Aproximadamente 1.8 mil millones de tokens estaban en circulación al momento del lanzamiento, alrededor del 18% del suministro total de 10 mil millones. Con asignaciones sustanciales reservadas para el equipo, los inversores y los incentivos del ecosistema, los traders entendieron que los futuros eventos de desbloqueo podrían añadir una presión adicional de oferta con el tiempo.

Estos factores de uso limitado, altas expectativas y una gran oferta circulante, combinados, hicieron que XPL fuera extremadamente vulnerable a una fuerte revalorización a la baja una vez que el entusiasmo inicial desapareció.

Cada vez parece más que ese es exactamente el escenario que se ha desarrollado: con XPL posiblemente tocando fondo, los traders a corto plazo se han retirado, dejando atrás solo a los poseedores leales dispuestos a esperar a que se produzcan desarrollos — dejando a XPL varado en un territorio peligroso.

La actualización de noviembre: Construyendo mientras el gráfico sangra

A principios de este mes, Plasma publicó una actualización detallada de noviembre, que describe siete semanas de trabajo de ingeniería, infraestructura y operaciones posteriores al lanzamiento. Los inversores encontraron el mensaje frustrante: aunque el equipo insistía en que estaba trabajando arduamente, la actualización carecía de cualquier catalizador capaz de impulsar al token XPL fuera de la estasis.

Algunas actualizaciones estándar, que incluyen una refactorización del código base, expansión de pruebas y una reconstrucción de una capa estándar de descubrimiento de pares (en términos simples: un sistema de reporte de errores por parte de los usuarios), dejaron mucho que desear, pero el enfoque principal de la empresa es “Plasma One”, el producto de pagos y billetera destinado a definir el caso de uso en el mundo real del ecosistema.

La billetera Plasma One — que es efectivamente un neobanco con capacidades generadoras de rendimiento basadas en stablecoins — ha sido promocionada como el producto que tiene el potencial de diferenciar a Plasma de sus pares. Sin embargo, la actualización no se tradujo en una actividad significativa en cadena, al menos según los datos visibles desde el explorador de bloques. Por ahora, los inversores tienen una promesa de utilidad, no la utilidad misma.

¿Qué está ocurriendo entre bastidores?

Una de las críticas que a menudo se dirigen a Plasma ha sido un falta de comunicación por parte del equipo, que, a pesar de la actualización de noviembre, en gran medida ha sido percibido como ausente. Debido a que el cripto se comercia 24/7, la falta de comunicación puede provocar una caída drástica en los precios de los tokens.

La mayoría de las empresas que respaldan altcoins de gran capitalización emplean un equipo de redes sociales, que a menudo se alinea con la audiencia de traders minoristas de criptomonedas. Plasma, en apariencia, actúa más como un banco tradicional y se comunica mediante actualizaciones mensuales que se asemejan al tipo de comunicación que las empresas públicas publican durante los informes trimestrales de ganancias.

CoinDesk intentó cerrar esta brecha de comunicación en numerosas ocasiones. Después de casi dos semanas de idas y venidas con el equipo de Plasma, a través de un portavoz externo, finalmente se lograron avances. Plasma accedió a una entrevista en video con CoinDesk a pesar de las sugerencias iniciales de que una entrevista escrita sería suficiente.

Luego, en la víspera de la entrevista, el equipo de Plasma se retiró sin ninguna explicación, simplemente afirmando: “Disculpas, pero Hans [Behrens, CTO de Plasma] no está disponible para la entrevista, por lo que necesitaremos cancelar la reunión de mañana. Nuevamente, disculpas por las molestias. Si desean cambiar a una entrevista escrita, estaremos encantados de facilitarla.”

CoinDesk accedió con reticencia y envió una lista de preguntas, centrándose en la hoja de ruta de Plasma y algunas de las preocupaciones dirigidas al equipo.

A lo que un portavoz que representa a Plasma respondió: “Gracias por enviar esas preguntas. Disculpen la ida y vuelta, sin embargo, Plasma no está en posición de comentar en este momento. Si eso cambia, nos pondremos en contacto.”

Entonces, ¿cuál es el asunto en Plasma? La verdad es que nadie lo sabe, porque Plasma no lo está revelando.

En respuesta a una solicitud de comentario, Plasma indicó a CoinDesk el miércoles que el «equipo compartirá actualizaciones y está igualmente abierto a la interacción con los medios cuando tengamos desarrollos significativos del producto que compartir y avances realizados hacia esa visión.»